Con una estrella Michelin, Yugo The Bunker es un homenaje a la cocina japonesa de alta precisión, donde cada plato es una obra cuidadosamente elaborada, respetando la pureza y la esencia de los sabores orientales.

Por otro lado, el club gastronómico KUU, también bajo la dirección de Mármol, lleva la experiencia a otro nivel, ofreciendo un espacio privado y exclusivo en el que los amantes de la alta cocina pueden disfrutar de creaciones excepcionales en un ambiente íntimo y cómodo. KUU no solo ofrece gastronomía de alto nivel, sino que también genera una comunidad de personas que comparten una misma pasión.

Mármol es reconocido no solo por su habilidad técnica, sino también por su visión innovadora y su compromiso con la autenticidad. Tanto en Yugo The Bunker como en KUU, cada plato es una celebración de la precisión, el respeto por la tradición y la creatividad, demostrando que Mármol es, sin duda, uno de los grandes nombres de la alta gastronomía española.

La comida en el Club Gastronomico KUU. Julian Mármol te invita en la que fue su antigua casa, a disfrutar de una experiencia exclusiva de arte culinario asiático, en la que se supera a sí mismo. Anteriormente me había fascinado su maestría en los Fogones, en su restaurante Yugo The Bunker, en ese ambiente impresionante que te envuelve los sentidos en un bunker japonés de la segunda guerra mundial. Pero aquí en KUU, lo que se respira, además de hospitalidad por lo exclusivo de la experiencia al haber una sola mesa para 14 personas, con gran calidad y diseño, es esa lujuria de aromas y sabores que te embriaga y te transporta hacia esa Asia tan enigmática como atractiva.

Esta experiencia, en KUU siempre es algo soberbio, muchas la gente se queda con muchas ganas de poder volver a repetirla. Solamente ya por el sitio, su decoración y su ambiente ya cubren sobradamente las mas altas expectativas de la experiencia, pero si a esto le añades un servicio excelente, una comida única y las clases magistrales que siempre aporta Julián Mármol en todas las comidas que he podido disfrutar de sus manos, que mas se puede pedir.